Calimaya

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Nomenclatura

Denominación

CALIMAYA

Toponimia

La palabra Calimaya se compone de los radicales calli: “casa”; máitl: “trabajar con las manos” y tiene terminación verbal yan que transformada a máitl: “mano”, es un verbo sinónimo de yan, y quiere decir “hacer algo exteriormente”. La etimología probable es “lugar en que se construyen casas” o “en donde hay albañiles”.

Escudo

En el Códice Mendocino aparece Calimaya con un jeroglífico representado por dos signos calli en línea horizontal. Este ideográfico, según Orozco y Berra, da a entender: “en donde las casas están alineadas”. El apellido de Díaz González fue dado a la cabecera de Calimaya el 28 de septiembre de 1894, cuando ésta obtuvo la categoría de Villa y en honor de don Prisciliano María de Díaz González, ilustre político y jurista del siglo pasado, que nació en Calimaya. Desde entonces la cabecera municipal se denominó Calimaya de Díaz González.

Historia

Reseña Histórica

El arqueólogo Piña Chan afirma que Teotenango fue fundada alrededor del año 800 de nuestra era; de este dato podemos deducir que Calimaya y Tepemaxalco, en tanto pueblos habitados por indios matlatzincas, nacieron en esa fecha, aproximadamente. Lo cierto es que cuando los aztecas conquistaron a los matlatzincas del Valle de Toluca, en 1472, los pueblos calimayenses tenían mucho tiempo de existir. Aseguramos esto porque las fuentes históricas las citan entre las poblaciones matlatzincas que fueron sojuzgadas por Axayácatl y además porque aparecen en el Códice Mendocino entre los pueblos matlatzincas que pagaron el tributo a los aztecas a partir de 1472. Calimaya y Tepemaxalco, como parte de un mismo territorio, tuvieron una población indígena mayoritariamente matlatzinca y coexistía con mexicanos, otomíes y mazahuas. Esta convivencia de grupos indígenas dentro del territorio municipal, fue importante y se reflejó en las manifestaciones culturales como en la vida cotidiana en la diversidad lingüística, los sistemas de almacenamiento de granos y los sistemas de cultivo. Gonzalo de Sandoval fue quien en 1521 logró pacificar y conquistar la región. En su lugar se impuso la autoridad española. En 1528 ordenó el rey de España que los indios de Calimaya y Tepemaxalco pagaran un tributo a Hernán Cortés en trabajo y en productos cultivados, es decir, bajo encomienda. Al poco tiempo, Hernán Cortés obsequió su derecho de ser encomendero de Calimaya y Tepemaxalco a don Juan Gutiérrez Altamirano, su primo hermano y compañero en la conquista de la Nueva España, a quien se le pagó tributo hasta 1530, fecha en la que cometió un delito ante los juzgados españoles. Por esta causa, Calimaya, Tepemaxalco y sus pueblos sujetos fueron encomendados a Cristóbal Cisneros y a Alonso de Ávila, pero el 14 de julio de 1531 Hernán Cortés recuperó su antiguo derecho y el 30 de mayo de 1536, la encomienda volvió a Juan Gutiérrez Altamirano, cuyos descendientes serían los famosos condes de Santiago Calimaya. El encomendero estaba obligado a ver por la institución religiosa, pagaba una parte del tributo que se le entregaba a los frailes franciscanos, quienes desde 1524 vivían entre los calimayenses y tepemaxalquenses. En un principio lo más probable es que hubiese tres señores caciques porque en el periodo prehispánico había tres comunidades con tlatoani: Calimaya, Tepemaxalco y Mexicaltzingo. En 1549 se introdujo el sistema político de cabildos en los pueblos de indios. En Calimaya y Tepemaxalco el funcionamiento formal de los cabildos data de 1560, fecha en la que se congregaron los pueblos y en la que se empezó a llamar “República de Indios” a ese sistema político territorial de cabeceras, barrios y pueblos sujetos. En 1560 al llevarse a cabo la congregación de Calimaya y Tepemaxalco, el virrey de la Nueva España ordenó que se organizaran las dos repúblicas de indios con cabildo y territorio cada una, pero conviviendo en el mismo pueblo. Como el territorio de Calimaya y Tepemaxalco era muy grande, los mejores terrenos de los pueblos quedaron vacíos. Por eso el virrey ordenó, también en 1560, que para salvaguardar las tierras de Calimaya y Tepemaxalco se fundaran cinco pueblos: Mexicaltzingo, Chapultepec, San Antonio la Isla, Santa María Nativitas y San Andrés Ocotlán. Cada uno de ellos tendría autoridades locales, subordinadas a las cabeceras, y estaría formado por 50 casas de indios comunes o macehuales. Por su importancia en la región a Calimaya se le asignó día para el tianguis semanal, que desde 1560 empezó a funcionar los jueves, oficialmente. Los santos patronos y sus iglesias se aceptaron porque se brindó la oportunidad de continuar organizados en la vida social y religiosa como se hacía en la época prehispánica, es decir, alrededor de las deidades particulares de cada barrio. Dentro de lo que perduró están el barrio, que seguiría siendo la célula básica de organización y la religión, el eje del universo calimayense. Las labores del campo se delegaban a los hombres, principalmente, aunque ellos siempre contaban con la ayuda de los demás miembros de la familia, inclusive de las mujeres, en las faenas más pesadas. El sistema de ayuda recíproca entre diferentes miembros de un barrio podía realizarse gracias a las diferencias en las altitudes de los terrenos. En los siglos XVI y XVII, la “coa” se usó como instrumento de trabajo y en las zonas lacustres donde habitaban los indios de origen mexicano también se usó el sistema intensivo de chinampa. En el siglo XVII ya funcionaban en el Valle de Toluca las haciendas de Atenco, Cuauhtenco y Almoloya, en los ranchos de Tepemaxalco o Las Trojes Zasacuala, San Agustín, San Nicolás y Santiaguito, todas propiedades del condado de Santiago Calimaya. El periodo que transcurrió entre los años de 1640 a 1740, en principio fue un tiempo de expansión de los ranchos y haciendas de españoles y caciques. Se tiene noticia en el archivo parroquial de que al comenzar el siglo XVIII, había, sin contar las propiedades del condado de Santiago Calimaya, los siguientes ranchos y haciendas: en la parte norte del territorio, la hacienda de Zacango, perteneciente a la familia Martínez; al oriente, el rancho de la familia Rojas; el de don Bartolomé, en Chapultepec; al sur, los de las familias Gómez y López. Estas cinco propiedades se habían heredado a 13 descendientes de los anteriores dueños y aunque con la herencia se habían fraccionado las extensiones territoriales, los nuevos propietarios hicieron hasta lo imposible por acrecentar, a costa de las tierras comunales de los calimayenses, sus ranchos y haciendas. El nieto de Juan Gutiérrez Altamirano contrajo matrimonio con una nieta del virrey Luis de Velasco y en 1616, logró que las autoridades españolas lo convirtieran en noble. A partir de ese momento, el encomendero se convirtió en conde de Santiago Calimaya y por si fueran pocas las gracias obtenidas, también logró que la encomienda de Calimaya, Tepemaxalco y sus pueblos sujetos se convirtiera en perpetua. Cada barrio, pueblo y estancia tenían un santo que lo representaba ante el mundo externo, lo cohesionaba internamente y de manera particular a sus pobladores. Alrededor del santo patrón, las familias organizaban una gran cantidad de actividades: limpieza y atención de la imagen religiosa, festejos, procesiones, visitas a otras iglesias cercanas y santuarios. Las fiestas del santo tenían un gran valor cultural, de allí el esmero porque fueran cada vez más lucidas. Incluían danzas, vestimentas, música, representaciones en lengua indígena, platillos típicos en las comidas y todo aquello que no era de uso diario, pero que representaba la íntima forma de ser. La ocupación de las tierras de Calimaya y Tepemaxalco por rancheros y hacendados, hasta ese momento de la historia, se había dado en tres etapas: la primera arrancó en la segunda mitad del siglo XVI y estuvo representaba prioritariamente por los encomenderos, quienes al título diferente de su encomienda, habían hecho crecer varias de sus propiedades dentro de los límites de los pueblos; la segunda fase que estuvo representaba por los rancheros y hacendados que adquirieron sus terrenos en las últimas décadas del siglo XVII y en las primeras del siglo XVIII y la última por los criollos y españoles, “vecinos del comercio”, que iniciaron la compra de tierras cuando el régimen colonial estaba llegando a su fin. En 1809, el apellido Altamirano se perdió por falta de descendientes varones en el vínculo de Santiago-Calimaya; de aquí que los últimos condes se apellidaran Cervantes. El penúltimo de ellos llamado José María, se vió obligado a renunciar en favor de su primogénito, don José Juan de Cervantes Michaus, el título de Santiago Calimaya, al de adelantado perpetuo de las islas Filipinas y a los mayorazgos Altamirano, Legaspi y Arévalo. Cuando José Juan de Cervantes era un niño, quedó huérfano de madre, y su abuelo materno, José Angel Michaus lo educó y se encargó del cuidado de sus bienes, entre los que se encontraban las haciendas del Valle de Toluca. Al consolidarse la Independencia de México, se suprimieron los mayorazgos, de tal manera que las propiedades y bienes económicos de José Juan se conservaron intactos hasta 1874, fecha en la que murió y en la que sus descendientes provocaron el fraccionamiento por derecho de herencia. Al iniciarse el siglo XIX, los condes de Calimaya se encontraban saliendo adelante de los estragos económicos que el litigio contra los marqueses del Valle y del Real Fisco les ocasionó durante el siglo XVIII. Habían podido recuperar sus propiedades confiscadas. Entre los años de 1810 a 1821 el poblado de Calimaya se vió alterado por los efectos de la guerra de Independencia. Cosechas arruinadas, alzas de precios impresionantes en los productos agrícolas, la epidemia de 1813 (que alcanzó una mortalidad local mayor incluso a la del año de 1786, fecha que en la historia de México es conocida como “el año del hambre”), serias dificultades para conseguir trabajo en las haciendas, cuyos procesos productivos se veían interrumpidos por la situación de guerra; llegada constante de soldados y rebeldes que además de exigir ayuda y alimento cometían todo tipo de atropellos. Un hecho interesante que debe registrar la historia local es que el entonces conde de Calimaya, José Cervantes, fue de los firmantes del Acta de la Independencia de nuestro país, aun cuando durante la guerra obtuvo los grados de “Patriota Distinguido de Fernando VII” y de “Coronel de Regimiento de Infantería Provisional de México”. Posteriormente se unió a los ideales independentistas de Agustín de Iturbide, debido a que sus intereses también se veían afectados por las dificultades políticas que España estaba viviendo. Creación del municipio Desde el siglo XVI el pueblo contaba ya con un cabildo que gobernaba su república indígena y su población era numéricamente suficiente para alcanzar los requisitos que la ley del nuevo Estado de México imponía para que se erigiera en municipio. Por ello, no fue necesario esperar una concesión estatal en este sentido. Calimaya, al nacer el Estado de México, pasó de facto a la categoría de municipio. La “República Indígena” se convirtió en un viejo recuerdo. El germen de la comunidad mestiza que hoy es Calimaya había empezado a dar fruto en aquellos años y este es el hecho más relevante en la historia de Calimaya entre 1821 y 1856. El Porfiriato Calimaya, en alguna medida, determinada por el crecimiento económico del país tuvo durante el porfiriato un ascenso en el nivel de vida de su población y un cambio radical en la fisonomía de sus pueblos, especialmente en la cabecera municipal. El fenómeno que dió la característica a aquella etapa de nuestra historia fue el incremento de la actividad comercial, la arriería, y el desplazamiento temporal de la agricultura como actividad prioritaria de la economía local. Si bien el desarrollo general del país influyó en el auge calimayense, hubo causas de carácter regional que explican con mayor precisión el fenómeno. Al convertirse Toluca en la capital del Estado de México, hubo un incremento paulatino en la demanda interna de productos y en consecuencia, un aumento en la producción agrícola aledaña con una intensificación paralela a la actividad comercial en la región. Al respecto, el profesor Alfonso Sánchez, en su libro Don Prisciliano María Díaz González, anota lo siguiente: “”Calimaya, dicen los viejos del pueblo, era antes de la revolución el último puerto de las arrierías del sur, que trepaban hasta Toluca trayendo sus cargas de cascalote, el paestoso curtiente que impulaba las tenerías; el jitomate y las gordas cebollas; los rugosos cacahuates… En fin, toda la producción que se levantaba de los feraces rumbo de Coatepec de las Harinas hasta Pilcaya y Arcelia y todo lo que es de la caliente tierra de los `pintos´ y las `jaspeaditas´”. También fue durante aquellos años cuando se empezó a incrementar la producción de pulque, tan común era entonces ver a los arrieros caminando por las calles, como lo era ver a su lado a los raspadores de pulque que más tarde serían los causantes de que los calimayenses fueran conocidos regionalmente como “Los mechaleros”. Pero el pulque no era la única bebida que se vendía en la localidad, el aguardiente, que recuas pertenecientes a calimayenses traían desde las zonas cañeras de Morelos, era muy consumido. Es indudable que aquella fue una buena época para Calimaya, en el orden económico; los efectos de la bonanza no se hicieron esperar. La mayor parte de las bellas construcciones que todavía se miran en la calle principal de la cabecera datan de aquellos años. El cambio de la fisonomía de Calimaya y las magníficas relaciones de las élites locales con las autoridades de Toluca, llevaron a que la cabecera del municipio le fuera otorgada la categoría de Villa el 28 de septiembre de 1894; desde entonces adquirió el apellido “Díaz González”, en honor de don Prisciliano María. Ese día, el pueblo fue visitado por ilustres personajes entre ellos destaca el señor Eduardo Villada, gobernador interino y el hijo del poeta Juan de Dios Peza, quien leyó un discurso, en nombre de su padre a la hora del banquete que se sirvió en la antigua casa cural. En 1897 se inauguró el ferrocarril de Toluca a Tenango, que para 1899, recorría 24 kilómetros, pasando por Toluca, Metepec, Mexicaltzingo, Calimaya y Tenango. Posteriormente se realizó una prolongación hasta Atlatlahuca. La construcción se concedió a la compañía Henkel con el derecho de teléfono y telégrafo. Ello significó que Calimaya estuviera entre los primeros municipios del Estado que contaron con teléfono, telégrafo y luz eléctrica. El paso del ferrocarril significó grandes cambios para la vida del municipio. La actividad comercial aumentó considerablemente en la última década del siglo XIX y en la primera del siglo pasado. En los años anteriores a 1910, las contradicciones de la economía porfiriana se empezaron a manifestar en una crisis cuyos efectos se padecieron en todos los rincones y por todos los campos sociales del país. Esto, aunado a los problemas que el ferrocarril a Tenango trajo al comercio calimayense, hicieron que las desigualdades sociales del pueblo empezaran a expresarse en un tono notorio de violencia; sin embargo, al iniciar 1910, nadie parecía sospechar en Calimaya que en el mes de noviembre el país empezaría la guerra civil. Según relata en su diario don Manuel de la Serna, “la primera parte de aquel año estuvo repleta de acontecimientos significativos para nuestra pequeña comunidad. En el orden económico se vivían aún los efectos de la feroz nevada que en 1909 había arruinado las cosechas; aunque, en marzo de 1910, todos estaban atentos al festín que el ayuntamiento daba a los jefes políticos de Tenango del Valle y de Toluca por la ayuda que habían dado para dotar de agua a varios poblados de la comunidad”. En síntesis, aunque el calimayense no tuvo una participación importante en el movimiento revolucionario, Calimaya al igual que los poblados mexicanos, tuvo años de verdadera angustia, propiciados por la guerra civil que sacudió al país. El problema más terrible que vivió Calimaya al despuntar la década siguiente, fue que su efímero desarrollo comercial se truncó por los adelantos de la tecnología, especialmente la generación del uso del automóvil y la construcción de nuevas carreteras. Cuando el tren a Tenango desapareció y se abrió la carretera a Ixtapan de la Sal, los camiones y automóviles empezaron a surtir lo que demandaban los mercados de Toluca de las tierras del sur. Los arrieros dejaron de existir y la distancia que había de la nueva carretera a la cabecera municipal ocasionó que nadie más visitara Calimaya, ni siquiera para tomar un refresco o deleitarse con el paisaje. Una de las medidas políticas que vino a amainar un poco la crisis económica y social, fue el reparto agrario que se efectuó con las tierras de las haciendas comarcanas. El 4 de octubre de 1930 el gobernador del Estado de México, con aprobación de la Presidencia de la República, dio resolución a las demandas de Zaragoza dotando a este poblado con terrenos de la hacienda del Veladero. Era una superficie de 1,362 hectáreas divididas de la siguiente manera: 98 hectáreas de temporal de primera y 1,362 de monte. San Francisco Putla también recibió terrenos del Veladero, pero se le negó la restitución de bienes comunales porque no tenían títulos antiguos. Santa María Nativitas obtuvo 500 hectáreas de tierras ejidales de la hacienda de Zacango, pero también se le negó la tierra comunal por las mismas razones que a Putla. San Andrés Ocotlán recibió terrenos ejidales del rancho del Mesón y de la hacienda de la Esperanza. Los de la Huerta recibieron terrenos ejidales del Veladero y se les negó el derecho, por falta de legitimidad, de tierra comunal. San Bartolito recibió su ejido de la hacienda de Atenco, San Marcos y San Lorenzo se quedaron sólo con su propiedad privada.

Personajes Ilustres

Los famosos condes de Santiago Calimaya, no nacieron ni vivieron en Calimaya, pero hicieron conocida la localidad porque fueron los nobles más encumbrados de la Nueva España y su nombre se oía en todos lados. Don Prisciliano María Díaz González. Nació en Calimaya en la primera mitad del siglo XIX que en la época de la Reforma Liberal, era un gran jurista, especializado en la Ley de Amparo. Redactó las Garantías Individuales en la Constitución de 1857. Político inquieto, fue diputado, senador en no menos de cinco o seis ocasiones, no sólo por el Estado de México, sino también por Morelos y Jalisco; llegó incluso a ser candidato a gobernador de la entidad. Fue asimismo un gran líder en el entonces incipiente movimiento obrero mexicano. Doña Silvina Jardón. A fines del siglo pasado, estudió en Italia con María Montessori. A su regreso dedicó su vida a la enseñanza de la niñez. A ella se debieron los primeros jardines de niños que hubo en el Estado; fue compañera inseparable de Elvira Nozari, una de las precursoras más notables del movimiento feminista mexicano. Edmundo Jardón Arzate. Oriundo del municipio, líder comunista mexicano, diputado federal y autor de varias obras, entre las que destaca un libro sobre Tlatelolco. Su padre fue el también notable Raúl Jardón, quien, al iniciarse el siglo XX, fundó un teatro en Calimaya y fue escritor especializado en cuentos. Médicos notables. El doctor Javier Ibarra, quien, entre las décadas de los treinta y los cuarenta, se hizo famoso en la ciudad de México por las cirugías que practicó a varios toreros. El doctor Winstino García realizó por vez primera una operación de corazón a pecho abierto en 1937. El ginecólogo José de la Serna, fue uno de los fundadores del Hospital Toluca. Escritores connotados. Roberto G. Serna, editor y periodista que en los años cincuenta dirigió el periódico El Zócalo, de la ciudad de México; Carlos Garduño Torres, fundador, en 1947, de El Sol de Toluca. Don Alfonso Sánchez García, fue cronista de la ciudad de Toluca y subdirector del Patrimonio Cultural del Estado de México. También conocido como El Profesor Mosquito, deleitó con su pluma a los lectores de varios diarios y revistas capitalinas y estatales, algunos de los cuales él mismo dirigió. Fue autor de varios libros, entre los que podemos citar los siguientes: Toluca del Chorizo, Don Prisciliano María Díaz González e Historia del Estado de México. chiringongonCronología de Hechos Históricos
AÑO ACONTECIMIENTOS
800
Año en que se fundó Teotenango y probablemente Calimaya y Tepemaxalco.
1472
Calimaya y Tepemaxalco fueron conquistadas por Axayácatl. En esa fecha pagaban tributo a los mexicas.
1521
Gonzalo de Sandoval conquistó el Valle del Matlatzinco y con él a Calimaya y Tepemaxalco.
1521-1540
Periodo caracterizado por la más descomunal extracción de brazos humanos, recursos de las comunidades y pueblos de indios; llevados a pelear contra sus hermanos de raza para ayudar a los dominadores a consolidar su conquista; otros éran obligados a colaborar en la construcción de sus ciudades y otros más, a producir alimentos para ellos o realizar duras tareas en zonas mineras, en las que su codicia alcanzaba el peor de los extremos.
1524
Llegan los frailes franciscanos, quienes se encargaron de la evangelización en Calimaya y Tepemaxalco.
1528
Calimaya y Tepemaxalco eran parte de la encomienda que otorgó Carlos V a Hernán Cortés, por su servicios a la corona y para que instruyera a los indígenas en las cosas de la religión española: la católica. En este mismo año Cortés, obsequia su derecho de encomienda a don Juan Gutiérrez de Altamirano, su primo hermano. A éste se le pagó tributo hasta que en 1530 Juan Gutiérrez Altamirano, cometió un delito ante los juzgados españoles, y la encomienda pasó a manos de Cristóbal Cisneros y de Alonso de Ávila.
1531
Hernán Cortés recuperó su derecho de encomendero, con ello le devolvieron Calimaya, Tepemaxalco y sus pueblos sujetos.
1536
La encomienda de Calimaya y Tepemaxalco vuelve a manos de Juan Gutiérrez Altamirano, cuyos descendientes serían los famosos condes de Santiago de Calimaya.
1559
Calimaya y Tepemaxalco solicitaron títulos de propiedad de sus terrenos. Sólo se otorgaron por escrito, hasta donde sabemos, a Tepemaxalco.
1560
El virrey Luis de Velasco, emitió una ordenanza de congregación para que los pueblos de Calimaya y Tepemaxalco, fueran congregados en un mismo pueblo: Calimaya.
1560
Se inició el tradicional tianguis del día jueves.
1560
El virrey ordenó que se fundaran Mexicaltzingo, Chapultepec, San Antonio la Isla, Santa María Nativitas y San Andrés Ocotlán, para salvaguardar las tierras de Calimaya y Tepemaxalco.
1567
El virrey emitió ordenanzas a favor de los naturales: que los españoles no tuvieran estancias ganaderas a menos de 1,000 varas de los pueblos indios; que ningún español viviera en pueblos indígenas, ni que sembrara a una distancia menor de 500 varas.
Antes de concluir el siglo XVI, falleció casi el 70% de la población.
1560-1640
Reordenamiento del territorio y reestructuración de la vida del pueblo, como consecuencia de la congregación de Calimaya y Tepemaxalco.
1616
El nieto de Juan Gutiérrez Altamirano logró que las autoridades españolas lo convirtieran en noble. A partir de ese momento, el encomendero se convirtió en conde de Santiago Calimaya.
1718
Las autoridades españolas hicieron la composición de las tierras de Calimaya y Tepemaxalco.
En la segunda mitad del siglo XVIII, los “vecinos del comercio”, españoles y criollos, vienen a Calimaya y dieron nueva forma a toda organización social. Formaron escuelas, algunas cofradías y reorganizaron parte de las celebraciones de fiestas religiosas.
1809
El apellido Altamirano se pierde. Es José Juan de Cervantes Michaus, quien obtuvo el título de Santiago Calimaya, al de adelantado perpetuo de las islas Filipinas y a los mayorazgos Altamirano, Legaspi y Arévalo.
2 de marzo de 1824
Erección del municipio junto con el nacimiento del Estado de México, es decir, al construirse el estado el pueblo alcanzó la categoría municipal, como un derivado de su historia.
1826
Epidemia de sarampión que azotó de manera impresionante a Santiaguito.
1836
Apoyo al país cuando la guerra de Texas.
1840
Fecha aproximada en que la arriería se tornó una actividad importante.
1840
Epidemia de viruela, mermó principalmente a la población de Mexicaltzingo.
1847
Además del apoyo económico para contribuir a subvencionar los conflictos bélicos contra los Estados Unidos de Norteamérica, algunos habitantes del pueblo se alistaron en el Batallón de Toluca y participaron en la desastrosa defensa del Castillo de Chapultepec.
1870
Los vecinos de San Andrés Ocotlán se amotinaron en contra de los abusos de quienes ocupaban los puestos públicos.
1894
El 28 de septiembre se otorga de la categoría de villa a municipio.
1897
Llegó el ferrocarril al pueblo.
1909
Cayó una feroz nevada que arruinó las cosechas.
1910
Marzo, el ayuntamiento organiza un festín que dio a los jefes políticos de Tenango del Valle y de Toluca por la ayuda prestada para dotar de agua a varios poblados de la comunidad. Con motivo del Centenario de la Independencia se trabajó en la realización de mejoras públicas: se pensaba iniciar la torre que diez años más tarde, guardaría el reloj que hoy adorna la calle central, entre la iglesia parroquial y el palacio municipal.
1915
Las cosechas se malograron y los precios de los granos llegaron a alturas incalculables: la carga del maíz llegó a $ 225.00, la de trigo a $ 200.00 y la de frijol $ 100.00.
1928
Epidemia de gripe que recuerdan aún algunos abuelos. Hambre y enfermedades causaron tantas muertes, que hubo ocasiones en que, al abrir la puerta de las casas se encontraba a los habitantes muertos en el suelo.
1930
Aparecieron los madereros de Calimaya en gran escala después de este año.
En la década de los treinta se empeoró el pleito por tierras con Tlacotepec y Tilapa.
4 de octubre de 1930
El gobernador del Estado de México, con aprobación de la Presidencia de la República, dio resolución a las demandas de Zaragoza dotando a este poblado con terrenos de la hacienda del Veladero.
1986
El licenciado Diógenes Condes inauguró la biblioteca municipal.
1997
Mayo 25. Muere el sobresaliente y destacado maestro, periodista e historiador Alfonso Sánchez García, “El Mosquito”.
1998
Se inaugura el Mercado Municipal el 16 de julio.

Medio Físico

Localización Calimaya se localiza al sur de Toluca. Se ubica geográficamente en los paralelos 99°37’02″€™€™ de longitud oeste y en los 19°10’25″€™€™ de latitud norte. Limita al norte con los municipios de Toluca, Metepec, Mexicaltzingo y Chapultepec; al oriente con Tianguistenco y San Antonio la Isla; al occidente con Toluca; al sur con Tenango del Valle y Santa María Rayón. El territorio ocupa un amplio plano inclinado que al oeste se encuentra la parte más alta, a los 4,578 msnm (msnm: metros sobre el nivel del mar), que baja hasta el terreno plano de la parte oriental, a una altura de 2,600 msnm. La cabecera municipal tiene una altitud media de 2,680 msnm. Extensión La información se puede encontrar en “Información estadística INAFED – INEGI” en esta misma página al inicio Orografía El sistema montañoso está conformado por el Nevado de Toluca, por el monte de Tepemaxalco (compuesto de dos cumbres similares), al que popularmente se le conoce como el Cerro de los Cuates y por el Cerro de Putla. Hidrografía El sistema hidrográfico se compone de los arroyos las Cruces, los Temascales, las Palmas, el Ojo de Agua y riachuelos formados durante la temporada de lluvias. Clima Se le clasifica como templado lluvioso (Cwbg), con lluvias predominantes en verano. La temperatura del mes más cálido es inferior a 22°C y se registra antes del 21 de junio. Suelen presentarse heladas en los meses de noviembre a enero y ocasionalmente en mayo (heladas tardías) y en septiembre (heladas tempranas). Estas últimas son altamente perjudiciales para la agricultura. La sequía abarca los meses de noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo. Los meses de lluvia son de mayo a agosto, así en junio, julio, agosto y septiembre; se gestan las atmosféricas más húmedas, con precipitaciones máximas de 190 mm en el mes de julio. Anualmente la precipitación va de los 800 a 900 mm. La temperatura media anual varía entre los 12°C y 14°C. Principales Ecosistemas Flora En las faldas del Nevado de Toluca, que es la zona boscosa del municipio, se encuentran coníferas principalmente: oyamel, encino y pino. Fauna La fauna está siendo exterminada por el hombre. En la zona boscosa a faldas del volcán, existían animales como el gato montes, los venados y águilas. En el municipio existen las más variadas clases de animales. La razón de esto es que donde antes fue la hacienda de Zacango hoy es Zoológico. Recursos naturales La zona boscosa es de los recursos más abundantes. Su explotación aunque se racionaliza por dependencias estatales con apoyo del municipio, no es posible vigilarla rigurosamente. Los recursos minerales del municipio son básicamente los utilizados en la construcción: arena, grava. La extracción que hacen de ellos ha propiciado un aumento en el ingreso económico municipal. Características y Uso de Suelo El tipo de suelo utilizado para la agricultura es el it situ, los aluviales y coluviales; de ellos se deduce que el suministro de materia orgánica brindada por plantas y animales ha sido constante. Además, es característico de la región el Feozem, Cambisol y Andosol. El suelo cuenta con un alto contenido de materia orgánica, de humus y de nitrógeno; muy poco contenido de elementos menores como barro, zinc, cobre y cobalto, y nulo contenido de calcio, potasio, fósforo y magnesio. El 93% del territorio municipal se destina al uso agrícola, pecuario y forestal, el 3% está ocupado por viviendas. El resto se destina a otros usos de los que destaca la explotación minera.

Cultura y Turismo

Monumentos Históricos En materia de patrimonio histórico mueble, la gran pinacoteca municipal que se encuentra en la parroquia y las de todos los pueblos y barrios de visitas, tienen un acervo con obras y autores importantes como Cabrera y obras pictóricas de corte popular. También hay escultura y estocado y hasta un Cristo de caña de hechura indígena, del siglo XVI. Y la maravillosa carroza que el pueblo atribuye haber pertenecido a los condes Santiago-Calimaya, pero que en realidad perteneció a una ancestral cofradía. Los franciscanos inician en 1561 la construcción del convento, uno de los más grandes que se construyeron en la zona. Anexo a el se levantaron las capillas abiertas, al gran átrio, las cruces atriales, las capillas posas; muestra de elementos arquitectónicos novohispánicos de la arquitectura conventual del siglo XVI. En un extremo se levantó en la misma época la Capilla de la Tercera Orden. Ejemplos representativos del barroco popular dentro del municipio de Calimaya son la portada de la Iglesia de Santa María Nativitas que es un bello ejemplar del barroco en argamasa, la capilla de San Andrés Ocotlán, cuya portada ostenta elementos decorativos como las columnas salomónicas; posiblemente su reconstrucción se realizó a principios del siglo XVIII; la capilla de San Juan Bautista y la de Nuestra Señora de los Ángeles; la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción Coatipac, que tiene uno de los retablos populares más valiosos de la entidad; su portada es sencilla. La capilla de San Bartolito, en el pueblo del mismo nombre, cuya portada es rica en ornamentación. Fiestas, Danzas y Tradiciones

La práctica de adecuar el calendario religioso al calendario agrícola no se ha perdido del todo. Jamás se siembran las milpas sin antes llevar las semillas a bendecir a la parroquia. Otra vieja costumbre en este sentido es el famoso “paseo de los locos”, en el que los hombres recorren las calles vestidos de mujeres, en la diversión y en lo chusco se olvidan que su juego evoca un antiguo ritual de fertilidad ligado con la agricultura; su finalidad original era la de propiciar la lluvia.

Igual que en la época colonial y en el siglo XIX, las fiestas patronales de cada barrio, pueblo y parroquia se siguen llevando a efecto con la misma devoción y organización. Cada año, un mayordomo, con ayuda de su familia, realiza los festejos anuales y semanalmente, los servicios de limpieza y cera a los santos.

Todavía algunos años se ha logrado que ocho días antes de la fiesta, se haga “el paseo” para el que se preparan carros alegóricos que representan cuadros bíblicos o la vida de los santos. Otras procesiones típicas del lugar son las de “Los faroles” y la “del silencio”. En Semana Santa el respeto y la excelente preparación de las procesiones hacen sentir como si Calimaya fuera un barrio sevillano, debido a la fuerte influencia española en las prácticas religiosas.

El 29 de julio, tres mayordomos organizan la fiesta mayor, dedicada a San Pedro y San Pablo, patronos de nuestra parroquia. Esta fiesta es la más lucida de todas, aunque su magnitud depende de la ayuda que se obtiene de las familias y el ayuntamiento; nunca faltan los castillos y cohetes, cuando se puede se organizan novilladas y peleas de gallos.

Hasta hace poco tiempo, era tradicional la presentación de danzas como la de “Moros y cristeros”, la de “Los arrieros”, la de “Los tejamanileros” o la de “Los cañeros”, pero han dejado de presentarse, a veces por falta de dinero o porque los jóvenes ya no se interesan ni se dan tiempo para practicarlas y aprenderse los diálogos. Sin embargo, en algunos pueblos que fueron antiguas dependencias de Calimaya, se practican varias danzas que evocan tradiciones prehispánicas y coloniales, como “La danza de la pluma”, que año tras año se presenta en Santa María Rayón.

El día de los Santos Patronos, en todos los hogares del pueblo se prepara el tradicional mole y en casa de los mayordomos, se sirven barbacoa y abundantes bebidas alcohólicas.

Festividades religiosas del municipio
Comunidad
Fecha
Festividad
San Andrés Ocotlán
1o. de enero
Acción de gracias por el año nuevo
Calimaya
2 de febrero
La Cande laria
Calimaya
19 de marzo
San José
San Marcos de la Cruz
25 de abril
San Marcos evangelista
Calimaya
29 de junio
San Pedro y San Pablo Apóstoles
San Lorenzo Cuauhtenco
10 de agosto
San Lorenzo diácono y mártir
San Bartolito Tlatelolco
24 de agosto
San Bartolomé Apostol
San Andrés Ocotlán
Último viernes de agosto
La bajada del señor (El beso)
Santa María Nativitas
8 de septiembre
Natividad de la Virgen María
San Diego la Huerta
13 de noviembre
San Diego de Alcalá
San Andrés Ocotlán
30 de noviembre
San Andrés Apóstol
La Concepción Coatipac
8 de diciembre
La Inmaculada Concepción
Zaragoza de Guadalupe
12 de diciembre
Nuestra Sra. De Guadalupe
Festividades religiosas en los barrios de la cabecera
Barrio
Comunidad
Fecha
Festividades
El Calvario Calimaya 1o. de enero Circuncisión del Señor
El Calvario Calimaya 20 de mayo Ascención
San Juan Calimaya 24 de junio San Juan Bautista
Los Ángeles Calimaya 15 de agosto Asunción de María
San Martín Calimaya 6 de noviembre San Martín de Porres
El Brezo San Lorenzo Cuauhtenco 8 de diciembre La Concepción de la Virgen del Brezo
Gualupita Calimaya 12 de diciembre La Virgen de Guadalupe
Música La música de mariachi es una joven tradición que despertó en Calimaya desde la década del setenta. Las contrataciones desde sus inicios se incrementaron y la fama creció. El primer mariachi fundado en Calimaya fue el “Mariachi San Juan”, cambiaron de nombre “Mariachi de los Angeles”. Hoy, los mariachis se han multiplicado y son alrededor de 18 los que hay en la cabecera, más tres o cuatro en las delegaciones. Muy a pesar de este número, quien desee contratar un mariachi debe hacerlo con un mes de anticipación. El costo promedio por hora es de mil pesos; sin embargo, varía según el lugar y la distancia de presentación. Y este precio lo vale porque la calidad en sus interpretaciones ha mejorado, si antes aprendían líricamente hoy van al Conservatorio o Bellas Artes. Artesanías La tradición de tejer rebozos y hacer la punta de aquellos y para las chalinas se ha perdido casi totalmente en el municipio. En San Bartolito, trabajan los arreos de charrería. Su material de trabajo es el cuero, la reata o mecate y las cerdas de res. En Calimaya, una persona elabora trajes de charro. Su demanda es poca y por eso sólo se trabaja por pedido. En Santa María Nativitas, se elaboran últimamente muñecos con hojas de maíz cacahuazintle y cuadros de popotillo con color. Gastronomía En lo que respecta al arte de la cocina, Calimaya es simplemente una hija más de la región del Valle de Toluca. Se comen habas, la sopa de hongos y la barbacoa, a la que en muchas partes del país se le atribuye su origen en el Valle de Toluca que goza de su tradición ganadera desde el siglo XVI. Lo que es típico de Calimaya, sin duda, es el famoso tecui. Esta bebida, cuyo nombre en náhuatl quiere decir “el que hace mover el corazón”, tuvo su origen en la época de la arriería, cuando a lomo de mula se traían de Morelos dos botes llenos de alcohol en cada animal. Se prepara con jugo de naranja endulzado y el alcohol; es costumbre que se prenda un cerillo a la vasija donde se guarda para deleite de la vista, antes de que se proceda darle alegría al corazón. Centros turísticos La hacienda de Zacango de cuyo origen tenemos datos desde la primera mitad del siglo XVII, fue un punto nodal para el comercio y la arriería calimayense, hoy es uno de los zoológicos más importantes del país. Tiene una superficie de 48 hectáreas y más de 200 variedades de animales procedentes de distintas partes del mundo.

Gobierno

Principales Localidades El municipio está integrado por la cabecera de Calimaya de Díaz González, dividida en cinco barrios: Los Ángeles, El Calvario, San Martín, Gualupita y San Juan; por los siguientes pueblos: Integración territorial del municipio

LOCALIDAD
Población (habitantes)
Categoría político- administrativa
Calimaya de Díaz González
6,726
Villa
Cabecera Mpal.
Concepción Coatipac
962
Pueblo
Delegación
San Bartolito Tlaltelolco
962
Pueblo
Delegación
San Andrés Ocotlán
4,169
Pueblo
Delegación
San Diego de la Huerta
871
Pueblo
Delegación
San Lorenzo Cuauhtenco
1,993
Pueblo
Delegación
San Marcos de la Cruz
733
Pueblo
Delegación
Santa María Nativitas
4,069
Pueblo
Delegación
Zaragoza de Guadalupe
3,992
Pueblo
Delegación
Fuente: GEM. Nomenclatura de localidades del Estado de México, 1995.

Cronología de Presidentes Municipales

Presidente MunicipalPeriodoPartido
C. Leopoldo Hernándezde 1940 a 1941
C. Manuel Alarcónde 1942 a 1943
C. Tomás Garcíade 1944 a 1945
C. Esteban Alanís1946
C. Manuel Alarcónde 1946 a 1947
C. Lorenzo Cejudode 1947 a 1948
C. Herculano Gonzálezde 1949 a 1951
C. Abraham Hernándezde 1952 a 1953
C. Carlos Martínezde 1953 a 1954
C. Lorenzo Hernándezde 1955 a 1957
C. Mario Mendoza De La Sernade 1958 a 1960
C. Feliciano López Landade 1961 a 1963
C. Ponciano Robles C.de 1964 a 1966
C. Ricardo Hernández B.de 1967 a 1969
C. Rodolfo Mendoza Guadarramade 1970 a 1972
C. Erasmo Díaz Leal A.de 1973 a 1975
C. Samuel Mendoza De La Sernade 1976 a 1978
C. Roque Bobadilla Lópezde 1979 a 1981
C. Baltazar Tarango Velázquezde 1982 a 1984
C. Enrique Diógenes Condes Torresde 1985 a 1987
C. Ramón Vázquez Roblesde 1988 a 1990
C. Felipe Trigos Bautistade 1988 a 1990
C. Serafín Corona Mendozade 1991 a 1993
C. Marco Antonio Hernandez Romerodel 01-Ene-1994 al 31-Dic-1996PRI
Lic. Victor Manuel Tarango Malvaesdel 01-Ene-1997 al 17-Ago-2000PRD
C. Raymundo Juan Piña Rivasdel 18-Ago-2000 al 17-Ago-2003PRI
C. Roberto Vargas Mayadel 18-Ago-2003 al 17-Ago-2006APT_
C. Oscar Hernandez Mezadel 18-Ago-2006 al 17-Ago-2009PT
Lic. Irad Mercado Aviladel 18-Ago-2009 al 31-Dic-2012C.C.
C. Oscar Vergara Gomezdel 01-Ene-2013 al 31-Dic-2015PT
C. Armando Levi Torres Arangurendel 01-Ene-2016 al 31-Dic-2018COAL.
C. Oscar Hernandez Mezadel 01-Ene-2019 al 31-Dic-2021COAL.
C. Oscar Hernandez Mezadel 01-Ene-2022 al 31-Dic-2024COAL.

Créditos

  • Gobierno del Estado de México. Nomenclator de localidades del Estado de México, Secretaría de Finanzas y Planeación, Toluca, 1996.
  • Gobierno del Estado de México. Prontuario de legislación fiscal 1998, Secretaría de Finanzas y Planeación, Toluca, 1998.
  • Loera Chávez, Margarita y Federico García García. Monografía Municipal. Calimaya, 1999. Inédita.
  • Loera Chávez, Margarita. Monografía municipal de Calimaya 1992, H. Ayuntamiento de Calimaya, Calimaya, 1992.
  • H. Ayuntamiento de Calimaya. Plan de Desarrollo Municipal de Calimaya 1997-2000, Calimaya, 1997.
  • H. Ayuntamiento de Calimaya.

    Margarita Loera Chávez y P. Federico García García. Sandra Gabriela Millán García.